La austeridad de las formas de la catedral de Cajamarca redunda en su belleza. Este importantísimo templo de origen colonial se enmarca en un ejemplo perfecto del estilo barroco y quien llegue a la ciudad debe visitarla. Su frontis quedó inconcluso y la fachada incluye el campanario al lado izquierdo y un reloj. Desde hace tres siglos es la vigía de la plaza de Armas.

En el interior de la catedral destacan sus bóvedas de piedra y su altar mayor, con un retablo recamado de pan de oro. La tradición cuenta que esta iglesia fue pensada para los indios del pueblo, y por eso se concibió con menos magnificencia que el templo de San Francisco. Las columnas de la fachada, los ornamentos y hornacinas tienen una decoración única y muy trabajada.

Está en uno de los extremos de la plaza de Armas y sus puertas verdes, con tachones y aldabas son símbolo de la ciudad. Hay misas todos los días y abundantes muestras de arte sacro. Una de las principales características es su iluminación tenue, lo que le confiere un aspecto de gran intimidad y reflexión. Está dedicada a Santa Catalina y es patrimonio histórico del Perú desde 1972.

¿Qué hacer en la catedral de Cajamarca?

• Apreciar las muestras de arte sacro. En la catedral hay varios lienzos con pinturas relacionadas con santos y pasajes bíblicos.
• Observar el altar mayor. Un retablo colonial recubierto con pan de oro es el centro del altar mayor de la catedral de Cajamarca. Alberga imágenes que datan de la colonia y está presidido por la de Santa Catalina.
• Subir al campanario. Se puede solicitar en la sacristía permiso para subir al campanario de la iglesia, con sus campanas que datan del siglo XVIII y que fueron fundidas en España.
• Recorrer la plaza de Armas. El conjunto de la plaza de Armas, la catedral y la iglesia de San Francisco es el corazón de la Cajamarca histórica que todo visitante debe recorrer. Además, hay otros edificios históricos y la plaza está decorada con jardines.
• Apreciar la iluminación nocturna. Una de las claves del atractivo de la catedral de Cajamarca es la iluminación nocturna. Numerosos focos y lámparas han sido ubicados en sitios estratégicos para resaltar la catedral y sus formas. Es una de las imágenes más fotografiadas en la ciudad.

¿Cómo llegar a la catedral de Cajamarca?

En transporte público. Desde cualquier punto de Cajamarca se puede llegar a la plaza de Armas bien en taxi o en mototaxi. La zona de la plaza de Armas está cerrada al tráfico de estos últimos vehículos mencionados, por lo que te dejarán a una cuadra como máximo, cobrando un máximo de tres soles por el viaje, dependiendo de cuál es el origen. Los taxis pueden cobrarte entre tres y seis soles por el viaje hasta la plaza de Armas.

En auto particular. La catedral de Cajamarca está sobre el jirón del Batán con calle Amalia Puga. Si conduces desde el sur debes ubicar la plazuela Bolognesi, al final de la calle Héroes de San Ramón conocida también como La Recoleta. Desde el norte hay que tomar el jirón El Comercio, que pasa frente al BBVA. Hay varias playas de estacionamiento privado en los alrededores.

En tour privado. Hay un tour en especial que ofrecen saliendo de la plaza de Armas y que consiste en recorrer caminando los principales sitios del centro histórico. Los guías locales conocen cada secreto de la catedral, y te contarán cuáles son los mejores sitios para lograr las mejores fotografías. Estos guías no cobran una tarifa fija, sino que dejan a la voluntad de cada persona que participe.

Recomendaciones

• Está atento al cierre. Los colaboradores de la diócesis de Cajamarca pueden cerrar las puertas en la noche después de la misa. Hay que estar atentos a no quedarse encerrados.
• Asistir a misa. Seas católico o no, participar de la misa permite conocer la devoción de los cajamarquinos. Además, los implementos sacros que se utilizan, como el cáliz o la custodia del sagrario son de los más hermosos y trabajados.
• Detallar las esculturas de la fachada. En las hornacinas hay santos, en las columnas hay ángeles y otras figuras. Es un interesante ejercicio distinguirlas en la decoración.